FERIA FRUIT ATTRACTION

Durante todo el mes del octubre el recinto ferial de IFEMA ha acogido la primera edición telepresencial de la feria de que reúne a toda la comunidad hortofrutícola mundial. El nuevo formato llamado Fruit Attraction LIVEConnect ha permitido un alto nivel se seguridad para las más de 200.000 empresas participantes.

El sector hortofrutícola engloba a un enorme número de productos con modelos de producción muy variados. El valor de la producción de frutas y hortalizas ha ido creciendo exponencialmente. En junio de este mismo año, el consumo de los hogares se elevó a 760,8 millones de kilos, un 11% más que en el mismo mes de 2019. Parte de este incremento se ha debido al confinamiento que se produjo en el estado de alarma. Las familias decidieron apostar por productos sanos en esta situación de aislamiento.

Uno de estos productos más vendidos durante el confinamiento fue la manzana. En empresas como Blue Whale su consumo aumentaba más de un 25%, según su director comercial Marc Peyres. Por otro lado, empresas como Ambrosia/Val Venosta, tuvieron que adaptarse al comportamiento del consumidor. Según Fabio Zanesco, director comercial de esta, los consumidores pueden cambiar tanto de envase como de comportamiento de un día para otro. La pandemia supuso un aumento del uso del plástico debido a que se considera más seguro.

La principal característica que tiene esta empresa es su lema en el que equipara a la manzana con un bocadillo saludable y dulce. Con este eslogan pretende acercarse a un público determinado como pueden ser las familias con niños pequeños.

Sin duda la imagen que proyectan las determinadas empresas es algo que los consumidores valoran, ya que según Hannes Tauber, director de marketing de VOG, las marcas importan. Calidad, innovación o cultivo ecológico, son algunos de los términos que utilizan para definir su marca personal. Algunas de sus marcas son Marlene o Pink Lady entre otras.

El mensaje que se transmite también es importante para los consumidores. Empresas como Blue Whale, mencionada anteriormente, recalcan la importancia que le dan al medioambiente y a la conservación de la biodiversidad. Por otro lado, la empresa Melinda, enfoca su mensaje en la calidad de sus productos, y en asegurar su producción en granjas familiares.

Una vez pasado el confinamiento, a pesar de que el crecimiento del consumo descendió en un 4,5%, el mercado sigue mostrando cifras mucho mejores que en el mismo periodo de 2019. El gasto fue de 8.783 millones de euros en total.

España actualmente cuenta con una superficie dedicada a la producción hortofrutícola de más de 1.755.00 hectáreas. No nos extraña que sea el primer productor de frutas y hortalizas de la Unión Europea con un crecimiento en 2020 del 9%. Además, es el sexto país a nivel mundial. Todo este crecimiento también es debido a la preocupación de los consumidores por seguir una dieta equilibrada, como la dieta mediterránea, es por ello por lo que cada vez se apuesta más por productos saludables como la manzana.

En cuanto a la distribución de los productos, los encargados son los intermediarios y, en España, hay una gran variedad de agentes. Existen diferentes formas de intermediarios y cada uno tiene su importancia dependiendo de donde operen, en qué mercado están y el tipo de producto que manejan. Algunas de estas formas son alhóndigas (centros privados); comisionistas (personas independientes) y almacenistas (sociedades mercantiles).

Algo en lo que muchas empresas hacen hincapié es en la agricultura ecológica. Por ella entendemos las técnicas agrarias alimentarias que excluyen el uso de compuestos químicos. Como sustitutivo a esto, lo que proponen Gerardo Balanguero Bottazzi, ingeniero químico, y Óscar Pérez Huertas, ingeniero industrial, es el uso del ozono. Su uso se puede considerar doble, ya que responde a la demanda del consumidor enfocado a un consumo mas sostenible y a la vez reduce sus costes.

A escala mundial esta agricultura es en Oceanía donde más se consigue debido a la gran cantidad de agua presente en esas zonas. A pesar de ser una técnica expansiva, tan solo ocupa el 1% del total de la superficie agraria útil.

La demanda de calidad y seguridad en alimentos ecológicos aumenta, ya que los consumidores valoran que estos estén libres de tóxicos y prefieren lo natural. El uso del ozono es una técnica que plantea exactamente esto, proteger tanto al medio ambiente como a la fertilidad del suelo. Concretamente la empresa ASP (Asepsia) propone la utilización del ozono disuelto en agua, ya que puede aplicarse mediante el riego. Este es capaz de eliminar los microorganismos de los alimentos sin dejar ningún residuo. Como nos ha contado Óscar Pérez Huertas, ingeniero industrial, la no residualidad del producto, pues se obtiene a partir del oxígeno del aire y se vuelve a descomponer en ese mismo oxígeno (O3-->O2+O*), le dota de más seguridad frente a otros productos más agresivos que persisten en el tiempo. Según los niveles a los que se utilice puede existir presencia de personas o no, siendo estos últimos los que mayor capacidad de desinfección presentan.